Tomado de: NOTICIAS AL DIA Y A LA HORA
CARL WIEMAN
Es más importante el método que el profesor a la hora
de aprender, según estudio
¿Quién podrá enseñar mejor una clase de física
compleja a un auditorio universitario? ¿El veterano profesor que dicta una
cátedra o unos estudiantes de posgrado que interactúan con los alumnos
utilizando artefactos electrónicos?.
Resulta que la manera en que se enseña es más
importante que el profesor, según un estudio realizado por un físico ganador
del Premio Nobel y quien ahora asesora al presidente Barack Obama en cuestiones
científicas.
Halló que en casos casi idénticos, estudiantes canadienses
aprendieron mucho más de asistentes jóvenes que empleaban herramientas
interactivas, que de un profesor veterano que daba una cátedra magistral. Los
estudiantes que usaron las herramientas interactivas tuvieron calificaciones el
doble de altas en una prueba posterior, comparado con los alumnos de la clase
normal, dice el estudio publicado en la revista Science.
En el método interactivo no hubo casi nada de clases
sino discusiones breves entre grupos reducidos, exámenes cortos, exposiciones y
sesiones de preguntas y respuestas. Los docentes recibían la reacción del
estudiantado inmediatamente en forma de gráficas.
“Es más importante lo que ocurre en la mente de cada
alumno que quién es la persona instruyéndole“, dijo el investigador Carl Wieman
de la Universidad de la Columbia Británica, el cual fue uno de los ganadores
del Premio Nóbel de Física en el 2001 y encabezó el estudio. “Este es un
aprendizaje mucho más eficiente, por supuesto. Todos deberían estar
practicándolo … El que no esté aplicando esto está haciendo mal enseñanza”.
El estudio solamente comparó dos clases de física
durante sólo una semana, pero Wieman aseguró que la técnica funcionaría para
otras materias, incluso historia.
Estudios anteriores mostraron resultados similares.
Pero este estudio, al ser publicado en una revista científica de renombre y
escrito por un ganador del Nobel, podría representar una gran diferencia en la
enseñanza de las ciencias, dice Robert Beichner, físico y profesor de educación
científica de la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Beichner, quien fue
designado el mejor profesor de pregrado en Estados Unidos en el 2010 por la
Asociación de Profesores de Pregrado, no participó en el estudio pero elogió la
labor realizada por Wieman.
Wieman “tiene las cualificaciones científicas” como
para que otros profesores consideren modificaciones en sus métodos de
enseñanza, dijo Beichner.
Wieman es director de los programas de educación
científica tanto en la Universidad de la Columbia Británica como en la Universidad
de Colorado. Es también miembro de una dependencia gubernamental que asesora a
la presidencia sobre temas científicos y tecnológicos.
Lloyd Armstrong, ex vicerrector de la Universidad del
Sur de California y profesor de física y educación, coincidió en que el estudio
demuestra que “no depende del maestro y ni siquiera de la tecnología, sino del
método de enseñanza“.
Beichner, quien suele usar el enfoque de enseñanza
interactivo, lo comparó con la diferencia entre decirle a alguien cómo montar
una bicicleta y hacer que la persona se monte en ella.
Un partidario prominente del método tradicional para
enseñar física se negó a hablar del estudio. Walter Lewin, del Massachusetts
Institute of Technology (MIT), escribió en un correo electrónico: “Tengo un estilo
de cátedra bastante singular que no podría ser parte de un estudio”.
En el experimento realizado en el 2010, Wieman y sus
colegas le hicieron seguimiento a dos clases de física prácticamente idénticas
de más de 250 estudiantes, que recibieron el método de enseñanza tradicional
por tres horas a la semana durante 11 semanas. En la decimosegunda semana, una
clase se quedó con el método tradicional y la segunda pasó al método
interactivo.
Las calificaciones antes de las sesiones interactivas
eran casi idénticas, pero hubo una marcada diferencia cuando a los estudiantes
se les hicieron 12 preguntas después de la sesión interactiva. Los que fueron a
la clase interactiva acertaron en un 74%, comparado con 41% para los que
asistieron a la charla.
Las mejores calificaciones en la clase de la charla
estuvieron por debajo del promedio de la clase interactiva, dijo Wieman.
Además, la asistencia y el grado de atención de los alumnos fueron más altos en
la clase interactiva.
El profesor que dio la cátedra estaba convencido de
que su método era superior y le tomó un tiempo superar el asombro al enterarse
de los resultados, dijo Louis Deslauriers, uno de los estudiantes de posgrado
que dio la clase interactiva. Agregó que el profesor ahora está impartiendo el
segundo método.
Los dos estudiantes de posgrado son coautores del
estudio y sabían que lo que estaban haciendo era parte de la averiguación, lo
que implica que no era un experimento científico con el control de rigor. Pero
Wieman dijo que ello no afectó los resultados del estudio. Observadores ajenos
monitorearon las reacciones de estudiantes y profesores.
Wieman se negó a identificar al profesor veterano,
quien participó voluntariamente en el experimento.
El investigador dijo que los resultados no son una
crítica a la generación aficionada a los videojuegos, sino que demuestran cómo funciona
el cerebro humano. El método desde hace tiempo funciona para casos de tutores
individuales, sólo que ahora se está aplicando a una escala mayor, sostuvo.
En cuanto a la calidad de un profesor, “ninguna
persona tiene cualidades mágicas”, afirmó.
“Las conferencias siempre han sido un método de
enseñanza deficiente, y ahora tenemos un mejor método”, agregó.
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