lunes, 3 de octubre de 2011

Análisis Reflexivo y Crítico “EL CONCEPTO DE CALIDAD EN LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA: CLAVE PARA EL LOGRO DE LA COMPETITIVIDAD INSTITUCIONAL” (Vestremundo Águila Cabrera)


MSc. Alonso,  Diyelipza        diyelipza@gmail.com
                                               MSc. Morales, Germán   gemo_2_21@hotmail.com
                                                           MSc. Rojas, Ramón      mailto:ramonantonio08@live.com
MSc. Sánchez, Ysis  leonina75@hotmail.com
                La necesidad de cambios en la calidad de la educación superior es reconocida por los diversos sectores sociales, políticos, empresarios, educadores, investigadores y públicos en general, concuerdan en que los resultados de la educación no son completamente satisfactorios. Se aduce que la calidad educativa no es pertinente con las necesidades de desarrollo que manifiesta nuestra sociedad.  Entre otros problemas, se reconocen diferencias en la formación y actualización de los docentes.  Se ha descuidado  el requerimiento a los distintos problemas propios dl sistema educativos y a convivir armónicamente en la sociedad.
            Desde este contexto, en que actualmente se desenvuelve la educación superior latinoamericana está fuertemente marcada por los indicadores sociales, económicos realmente adversos a los fines y metas que persiguen los sistemas educativos del país.   El crecimiento de la pobreza, la desigualdad social, la persistente aplicación de errados políticos económicos, el uso desmedido e insostenible de recursos naturales no renovables y los preocupantes niveles de desempleo, constituyen solo una parte de la sombría herencia que dejo el siglo XX.
            Lo anterior no quiere decir que no existan naciones que hayan alcanzado algunos avances importantes en sus sistemas de enseñanza por ejemplo, en un informe de la UNESCO llamado educación para todos (2009), se puede apreciar que el porcentaje de estudiante que termina la educación primaria en algunos países latinoamericanos les falta todavía camino por recorrer para alcanzar mejores resultados en este importante aspecto. Otras cifras evidencian la poca articulación que existe entre las etapas de primaria y secundaria, por lo tanto cada año se repite el mismo fenómeno en el cono venezolano.   La principal causa es la disparidad en cuanto a la cantidad de planteles en los niveles educativos.
            Adverso panorama que lo completa el elevado número de bachilleres que fracasan de forma irreversible en los primeros semestres de las carreras universitarias.  Lo que lleva a afirma que aunque la flexibilización de los procesos administrativos en los últimos  pueda considerarse como algo positivo, esta no es garantía para que los jóvenes obtengan  un título universitario que les permita alcanzar la movilidad social que  anhelan tanto ellos como sus familiares.   Esto es porque el verdadero camino a la inclusión y al posterior éxito en el nivel superior comienza con una educación de calidad en las etapas primarias y secundarias.
            Todo este planteamiento conduce inevitablemente a un triste final: La educación en nuestro país continua reproduciendo pobres, posición que sostienen Antonio Pérez Esclarín, cuando afirma que la “Educación actualmente reproduce la pobreza, los más pobres son los que no van a la escuela o son los primeros que salen de ella”. (p.45).
            En este mismo orden de ideas, la verdadera transformación universitaria comenzará cuando en nuestras instituciones tomemos conciencia que el cambio es una constante del ser humano, solo así lograremos entender que esa sociedad para la cual fuera diseñados aspectos como el currículo, los procesos de producción, gestión y transformación de conocimiento, la oferta de carreras y disciplinas, y por último la gestión superior de la región, sinceramente, quedo en el pasado. De manera que cuando los universitarios comiencen realmente a mirar por la ventana sinfín de cosas nuevas que trae consigo la contemporaneidad, seguramente, dejen de hacer las mismas cosas y se preparen para empezar cosas nuevas.   Para eso entonces la educación superior podría empezar a ser considerada como uno de los vectores reales de progreso que llevaran a que América latina pueda acotar la distancia que los separa cada vez más de los países desarrollados.
            Finalmente e indispensable te dejar claro en esta reflexión, que es modo alguno los errores suponen que no se han tomado a lo largo de los años decisiones apropiadas en la educación superior en Venezuela, todo lo contrario seguimos con el mismo error de origen que permitió desde el inicio de 1958, tomar decisiones que hasta el día de hoy pesan de manera decisiva en una organización que luce a menudo inviable, costosa e ineficiente (Albornoz 2006: 157).
            Sin embargo, la modernización de las universidades en 1958, con la exposición del sistema educativo no ha cambiado para América Latina puesto, que la situación presupuestaria no ha cambiado mucho desde entonces, cifras actuales de García Guadilla (2008) indican que América Latina sigue siendo la región que menos invierte en educación universitaria.   En consecuencia el bajo nivel de fondos destinados al sector universitario no solo implica mínima inversión en la calidad educativa, sino en el desarrollo en general de las universidades.


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Albornos, A. (2006) La Universidad Latinoamericana. Editorial CEC, SA.
Caracas

García Gudilla, C. (2008) Dinámicas del Financiamiento en educación
Superior en el contexto de la diversidad Latinoamericana. A diez años del CMES En: C Tumnmermann (ed) la Educación superior en América  Latina y el Caribe: Diez años después de la Conferencia Mundial de 1998 (pp.367 – 398) pontificia universidad laveriana. Cali. Colombia.


Pérez Es clarín A. (2004) Educar para humanizar Editorial Narcea, S.A.
Madrid.

UNESCO (2009) Los Retos del Decenio. Recuperado el 20 de septiembre
de 2009, de http://www.coi.es/decade/hacer:enlace.htm, consultadoel15de septiembre2011


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