lunes, 26 de septiembre de 2011

EVALUACIÓN ORGANIZACIONAL DE LA EXCELENCIA DOCENTE.

De: LEONARDO VIDAL ARAYA

DOCTORANTES:
-Artigas Alejandro / alejandroartigas123@gmail.com
-Boffil Ana / anaboffil@hotmail.com
-Brito Thaís / britocanaimita@gmail.com
-Pernía Edith / edithpernia@hotmail.com
-Trotta Antonieta / mariantrotta@hotmail.com
-Vega Verónica / verovega_@hotmail.com

El ser humano constantemente está hablando de excelencia, y de evaluación de la misma; y en el área educativa, igualmente, nos encontramos un sin número de personas que constantemente están dialogando sobre la calidad educativa. De tal manera que es bueno, entonces, que comencemos por conocer tanto el concepto de calidad como de excelencia, en el caso que nos compete de excelencia docente.
La calidad viene conceptualizada por el Diccionario de la Real Academia Española como “la propiedad o conjunto de propiedades inherentes a una cosa que permiten apreciarla como igual, mejor o peor que las restantes de su especie”. Es decir, entonces, que excelencia se refiere a nivel o grado superior. Más sin embargo este concepto ha evolucionado y sigue evolucionando tal como evoluciona la calidad, de allí que existen opiniones de varios estudiosos del tema de la calidad, entre éstos podemos mencionar:
Cumplimiento de los requisitos (Crosby). Quien nos dice que: “La atención está en el grado en que un producto determinado cumple con las especificaciones técnicas o requisitos que se establecieron en el diseño”. Satisfacción de las expectativas del cliente (Feigenbanm), en esta definición se aprecia una implícita consideración de la opinión del cliente sobre el producto y/o servicio prestado. La Norma Internacional ISO define la calidad como “conjunto de propiedades o características de alguna cosa (producto, servicio, proceso, organización) que la hacen apta para satisfacer necesidades”. Esta definición, introduce aspectos que se pueden reflejar en el producto o servicio final. Es bueno destacar que la calidad viene acompañado con el conocimiento del significado del concepto de cliente, y del mismo podemos encontrar varias opiniones modernas; mencionemos algunas de éstas.
.- El producto fabricado o el servicio prestado cumple con ciertas propiedades, características o especificaciones que lo distinguen. No todas estas características son observadas y apreciadas de la misma forma por los clientes.
.- La calidad de cualquier producto o servicio se puede evidenciar a través de la observación de varios atributos. En los cuales se pueden dar distintas valoraciones según la opinión de los clientes, entre otras opiniones.

En relación a la calidad de la educación se encuentran varios conceptos u opiniones que vienen de distintas personas que profundizan en el ámbito educativo. Son variadas y diversas las posturas sobre este tema. En el libro escrito por Verónica Edwards denominado El concepto de la calidad, donde encontramos una síntesis del debate existente en la construcción de los conceptos inspiradores de acciones en materia de calidad de la educación, allí encontramos una aproximación de conceptos, tales como:
.- No podríamos tener una sola definición de calidad, debido a que en este concepto subyacen las definiciones de sujeto, sociedad, vida y educación. Cualquier definición de calidad de la educación conlleva posicionamiento político, social y cultural frente a lo educativo.
.- La calidad es un juicio de valor sobre la realidad educativa, es un valor asignado a un proceso o producto educativo en términos comparativos. Se compara la realidad observada con un término deseable, el cual debe ser definido y se convierte en norma o criterio de calidad.
.- Los criterios de calidad implican posicionamientos acerca de la sociedad, el sujeto y la educación, específicamente en lo relacionado con la concepción curricular que regula la práctica educativa. En cada concepción curricular subyace un particular concepto de calidad.
Crosby nos dice que “La palabra excelencia se emplea mucho, pero mientras no fijemos los criterios de la excelencia, nadie sabrá a ciencia cierta lo que significa”.
Quizás hemos revisado varios conceptos sobre calidad y excelencia, y vemos que la excelencia docente que presenta el autor del mencionado artículo, nos lleva a comprender que la excelencia docente no es de responsabilidad exclusiva del profesor, sino que es una responsabilidad en conjunto, tanto de la organización educativa como del docente. De allí que se presentan dos dimensiones de la excelencia en el desempeño de los docentes.
La dimensión interna, se refiere a la disposición que cada profesor tiene frente a la excelencia docente. Se relaciona con las metas que cada uno se plantea en el aspecto profesional, es decir con el ideal que le gustaría alcanzar en el ejercicio de su profesión. La dimensión externa, Se relaciona con los aspectos que en la práctica facilitan o dificultan el desarrollo y manifestación de niveles de excelencia docente. Se relaciona con oportunidades que el sistema y la organización ofrece para el desarrollo del trabajo del profesor en condiciones de excelencia.
Deming, uno de los gurúes en el tema de la calidad, considera como una de las enfermedades de las organizaciones los sistemas de la evaluación del comportamiento, calificación por méritos, o revisión anual, en congruencia con el principio número 12, de sus catorce principios para transformar la gestión de las empresas occidentales: “Eliminar las barreras que privan a la gente de su derecho a estar orgulloso de su trabajo”.
La evaluación del comportamiento o calificación por méritos principalmente se centra en el producto final, no sobre el liderazgo para ayudar a las personas. Por lo general cuando se instaura un sistema de calificación del personal, los trabajadores tienden a acomodar su desempeño para cumplir con las pautas del sistema de calificación, para salvaguardar su propia estabilidad y recibir la recompensa por actuar correctamente dentro del sistema establecido. No le conviene preocuparse por mejorar el sistema. La organización es la que pierde en definitiva:
Tradicionalmente la evaluación del desempeño se orienta a los resultados, según Hax y Majluf. “En un sistema de evaluación orientado hacia los resultados, sólo nos preocupa la habilidad del individuo para satisfacer un conjunto pre-ordenado de indicadores de rendimiento, sin prestar mucha atención a las condiciones que facilitan u obstaculizan la realización de dichos indicadores”. No obstante, en una organización que promueva el desarrollo de la excelencia, la evaluación debería tener una fuerte orientación hacia el proceso, para recopilar información sobre las circunstancias o factores que inciden en los resultados, con el propósito de desarrollar acciones eficaces de mejoramiento.
Los sistemas de evaluación del desempeño tienden a poner el foco de atención casi exclusivamente en el trabajador, lo que contrasta con un enfoque centrado en la calidad que asigna una importante responsabilidad a los directivos. Crosby, refiriéndose a las similitudes de su filosofía de la calidad con las visiones de Deming y Jurán dice: ”Todos creemos que el problema de la calidad es responsabilidad de losn directivos Todos creemos que la prevención es la forma de resolverlo.”
El autor de este trabajo propone un modelo de evaluación orientado hacia la administración, específicamente hacia la toma de decisiones. Aunque siempre nos esmeremos por mejorar y mejorar en la excelencia docente, la misma nunca dejará de ser responsabilidad de la organización educativa y todo lo que la comprende.


REFERENCIAS

Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española, Ed. Espasa-Calpe S.A., Madrid 1992.

CROSBY, Philip B. (1990): Hablemos de Calidad. México, Ed. McGraw-Hill /Interamericana S.A

DEMING, W. Edwards (1989): Calidad, productividad y competitividad. La salida de la crisis. Madrid, Ed. Díaz de Santos, S.A.

EDWARDS R., Verónica (1991). El Concepto de calidad de La educación. Santiago – Chile, UNESCO/OLREAC.

HAX, Arnoldo y MAJLUF, Nicolás (1996). Gestión de empresa con una visión estratégica. Chile, Dolmen Ediciones S.A.

JURAN, J.M. (1990). Juran y el liderazgo para la calidad, manual para ejecutivos. Madrid, Ediciones Díaz de Santos S.A.

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